martes, 10 de febrero de 2009

Mi pueblo

Estoy enfadada desde ayer al mediodía. Este trimestre no me fue muy bien en los estudios porque estoy atravesando una “depresión” o así lo llaman mis amigos. En noviembre corté con mi novio porque parece ser que me mentía. Me dijo que él nunca saliera con una chica, pero en realidad ya había estado con más de tres en varias ocasiones. Y no sólo eso si no que en octubre ya me estaba empezando a dejar de lado y a irse demasiado de fiesta con sus amigos. Pues llevábamos saliendo seis meses. Nos queríamos mucho y estábamos paseando continuamente. Pero todo aquello me olía a mentira y estaba en lo cierto. Así que corté y por más que me dicen que me olvide no puedo. Aunque parezca que estoy bien por fuera, de eso nada.

Os voy a describir Londán. Londán es mi pueblo. Me encanta porque desde lo alto del monte hay unas vistas estupendas. Desde ahí se puede ver el pueblo de al lado, Bergués, también se ve el río, la cascada, la roca de Silvermist,… En fin un lugar tranquilo, acogedor y pacífico. El río es bastante largo pero no muy ancho, más bien estrecho. Para cruzarlo solo se puede acceder por un puente largo para coches, por un puente colgante, que es por el que nos gusta pasar, o nadando. La cascada no está en el nacimiento del río como en la mayoría, si no que en la mitad hay unas piedras colocadas unas encima de otras y el agua cae, aunque tampoco exageremos. La cascada debe medir sobre un metro o así.

Hay pocos niños aquí, en realidad no hay muchos de mi edad. Solo están la pandilla de renacuajos en la que anda mi hermanito cabezón y metomentodo, Andrés. Y después un grupito, el mío, de cuatro chavales que solemos quedar a menudo. Después, por último, están dos primos de veintiuno y diecinueve años que están con nosotros de vez en cuando. Vivimos todos bastantes distantes unos de otros por eso vamos por caminitos para llegar a casa del vecino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario